sábado, 29 de septiembre de 2012

FOLIA



Folia

Tan solo el sonido de la palabra folia
me sobrecoge
y tan solo… ¡significa tanto!


Folia es emoción,
canto y hechizo,
llanto y grito.

Folia es lo profundo,
el recodo más hondo
y escondido,
el querer sepultar,
pero la renuncia al olvido.

Folia es el sabor de la añoranza,
el intento de atrapar lo querido,
pero al hacerlo
todas las escenas
se convierten en aire
y en su vuelo
desaparecen,
pareciendo escapar de puntillas.

Folia es la satisfacción
de los trenes escogidos
y el sonido machacador de la desdicha
por haberlos perdido.

Folia es lo que hemos desechado
o los que nos han abandonado,
es aquel que no hemos borrado,
es la ausencia,
es el dolor de los años pasados
y el canto amargo 
de quien no nos quiso.

Folia es más que una voz,
es el pensamiento dedicado
hacia el que nos rechazó,
o el que simplemente marchó
diciéndote que eras lo más querido.

Folia son las palabras no dichas,
los amores no olvidados,
los recuerdos que sin pretenderlos
asoman para nadar en la pena
es la vista pensativa 
de cómo corre la vida
y con qué rapidez 
han pasado los años.

Folia es saber llevar la arruga,
pero cuando ya la vejez ha hecho mella
quisieras estirar no solo la piel,
y aunque tan solo por un día,
y tan sólo por un instante,
revivir el de mayor felicidad, 
porque eso, amores
¡eso es  folia!
Martina Villar Hernández
Texto de Folia, agua y flamenco, Beginbook Ediciones


Hoy …

Hoy sólo puedo ofrecerte mis ganas de reír a carcajadas
y de luchar con frenesí  sin histrionismos,
convencida por mejorar el día a día
rectificando  la locura insensata;
dejar libre la borrachera de querer y ser amada.

No poseo nada material que regalarte.
Sin embargo, una intensa emoción,
un derroche de energía,
vida y juegos
están a la espera de que tú los abras.
 Sólo entonces nos enredaremos.

Hoy te entrego cantidades incontables
de miradas calladas 
cuando te escucho y te observo.
 Al hacerlo,
 una sangre diferente recorre cada partícula de mi cuerpo.

Hoy el guerrero del coraje me acompaña
para afrontar caminos pedregosos
y el empuje me ha confesado que beberé de su aliento.
Aunque paseemos por opuestos cruces y andares,
aunque tu canción sea revoltosa como el flamenco
y la mía no se escuche y cante en silencio.

Hoy agradezco irracionalmente al universo
la oportunidad del reencuentro,
de medirnos y echarnos un vistazo
y de tocar con timidez cientos de dudas
y otros tantos de miedos.
De mirarnos a la cara y contarnos sorpresas y aventuras,
y unos pocos, muy pocos secretos.

Hoy deseo, si la vida me da la oportunidad,
que confluyamos juntos en un punto,
que hallemos emociones compartidas
sin esquinas conflictivas,
sin guerras absurdas de posesión o con recelo.

Hoy quiero compartir mis deseos,
mis más desordenadas exaltaciones
y mis locuras osadas contigo.
Y si no fuese así... ¡Créetelo!
Aún lejos de mí,
siempre, aunque el siempre no exista,
siempre estarás conmigo.
Martina Villar

Entre yemas



Martina Villar